jueves, 27 de marzo de 2014
lunes, 24 de marzo de 2014
miércoles, 19 de marzo de 2014
lunes, 17 de marzo de 2014
Resiliencia es lo que necesitamos
Resilience es una palabra inglesa de difícil traducción al castellano, que se viene utilizando cada vez más. Su significado es algo así como resistencia o elasticidad. Se utiliza en ingeniería para referirse a la resistencia o elasticidad de los metales.
En su sentido actual, el término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos. Actualmente la resiliencia se aborda desde la psicología positiva la cual se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos y no en sus debilidades y patologías, como la psicología tradicional.
El concepto de resiliencia se corresponde
aproximadamente con el término «entereza» (1).
La resiliencia como realidad humana se remonta a los orígenes de la humanidad. Desde los albores de la civilización, la resistencia a la adversidad ha sido un factor que ha impulsado a las personas a seguir adelante a pesar de los obstáculos y dificultades, posibilitando el desarrollo y devenir histórico.
Los que trabajan con niños saben que algunos tienen resiliencia y otros no. Lo cual ha dado lugar a líneas de investigación sobre la resiliencia infantil y sus repercusiones en la vida adulta.
Una persona con resiliencia es como un corcho, como decía José Manuel Esteve. ¿Qué le pasa al corcho? Que no se hunde. La persona con resiliencia no se hunde ante las adversidades y las crisis.
La diferencia entre una persona que tiene un alto nivel de tolerancia a la frustración y la que lo tiene bajo puede depender de como responde a esta pregunta: ¿lo voy a poder soportar? La persona con un nivel bajo piensa: “Esto no hay quien lo aguante. No lo puedo soportar”. Y se hunde. La persona con un nivel alto piensa: “Esto no me gusta ni lo he buscado. Pero creo que si me lo propongo voy a poder superarlo”. Y encaja el golpe y sigue adelante.
Existen muchos factores sociales de riesgo: crisis económica, desprestigio de la política, crisis de valores, desempleo, pobreza, etc. Si nos encontramos en alguna de estas situaciones, ¿estamos en condiciones de superarlo?
Que la respuesta sea afirmativa o negativa depende de muchos factores. Que una persona se sienta capaz de superarlos y lo supere es un indicador de resiliencia.
En tiempos de crisis se impone formar (o entrenar) personas para que sean mas resilientes. Lo cual significa educar en competencias emocionales que permitan reconvertir la adversidad en perspectivas de futuro caracterizadas por la esperanza, ilusión, optimismo, compasión y amor, … a pesar de todo.
La resiliencia es caminar a través de la adversidad y salir reforzados.
Caer siete veces y levantarse ocho
(1) Según el diccionario de la RAE, acepción 3.ª, entereza es fortaleza, constancia y firmeza de ánimo.
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viernes, 14 de marzo de 2014
Lo que está mal, está MAL, seas del lado que seas.
Cuando en los años 60 en los Estados Unidos, la población negra comenzó a protestar porque era segregada, y sus derechos civiles eran irrespetados, eso estaba muy mal, y eran minoría.
Cuando en 1948 el apartheid se intensificó en Suráfrica, prohibiendo a los negros los mismos derechos civiles que a los blancos, eso estaba muy mal, y eran mayoría.
No me importa quienes son alegría porque son mayoría. Ese eslogan sirve para movilizar votos en campañas electorales.
Lo que está mal, está mal. Para muchos, para pocos, para un grupo, un individuo o la mitad de un país.
El irrespeto a los derechos humanos, al debido proceso en el caso de las miles de personas detenidas, la represión brutal a la que ha sido sometida la población que manifiesta, el uso de armamento en la dispersión de las manifestaciones, la actuación de los cuerpos de seguridad hacia individuos desarmados, con la utilización de la fuerza de quien ha sido entrenado para ejercerla, para someter a otro ser humano, usada de manera desproporcionada, con golpes y palizas que han quedado registrados para la historia en fotos y vídeos. La impunidad de la mayoría de los asesinatos, no hay culpables, porque “ellos se lo buscaron”.
Todo esto esta MAL.
No importa quienes votaron por quien. Esta mal, y eso hay que saberlo y que decirlo.
A estas alturas, en lo personal, no quiero convencer a ningún oficialista a que deje de serlo, porque a estas alturas, para mí, esta muy claro que esto no es política, es una religión, donde hay seres divinizados a los que esos fieles seguirán porque, al igual que los fieles de cualquier religión, los designios de Dios son para aceptarlos y no para cuestionarlos.
Tampoco a estas alturas pienso en que se pueda cambiar de manera de pensar a los radicales de la oposición, porque justifican una agresión presente con una agresión que recibieron en el pasado, e incluso estas simples palabras pueden ser consideradas por ellos, como una fragante ofensa hacia una causa que yo también lucho y que también necesito que sea escuchada.
Lo único que si quisiera es que nos viéramos entre nosotros como lo que somos, venezolanos, todos. Los que se sienten representados por este gobierno y los que no. Somos todos venezolanos. Y merecemos ser respetados en nuestros derechos fundamentales.
El derecho a la vida, por ejemplo.
Todos merecemos vivir. TODOS.
El motorizado que pierde su vida por culpa de una guaya y el que pone la guaya porque quiere protegerse de colectivos armados. Ambos merecen la vida, y que el Estado la garantice.
Si se comete un crimen el poder judicial se debe encargar de abrir una investigación y juicio sobre los culpables y determinar el tipo de pena, que en ningún caso es la pena de muerte, porque eso no lo contempla nuestro sistema judicial.
Pero no pueden dejar abandonados a los ciudadanos a su suerte, a defenderse como puedan y agredirse como quieran.
No pueden condenar unas muertes y celebrar por encima del duelo de otras un carnaval.
Eso, esta MAL.
Yo no sé cómo se puede resolver esto, no he estudiado sociología, psicología o ciencias políticas.
Yo sólo hago humor cuando se puede y tengo la fortuna de vivir de eso.
Pero les pido, como ciudadana, como venezolana, que quienes tengan la responsabilidad de solucionar esto lo hagan.
Que no desestimen a una parte de la población, por grande o pequeña que sea.
El descontento mantenido y la incapacidad de entender lo que le afecta a una parte de la población fue lo que precisamente les permitió ganar aquellas elecciones en 1998. La gente quería cambio. Pero el cambio no puede ser para repetir la historia con excusas nuevas.
Escuchen la protesta y compórtense como lo que se supone que son: líderes.
No me importa si somos minoría o somos mayoría, los derechos humanos deben respetarse para TODOS, y eso tiene que suceder YA.
jueves, 13 de marzo de 2014
sábado, 8 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
¡Cómo has cambiado, Elías Jaua! - De oprimido a opresor
Laureano Márquez @laureanomar
La vida y sus misteriosas vueltas RT "@ynilar: ...MIRA ESTA PERLITA, vale ! pic.twitter.com/fXi1Z4RCQO”
El dúo dinámico del Gobierno, líderes en la ignorancia económica y social
Héctor Rodríguez, Ministro de Mala Educación, y Jorge Giordani, Ministro de Falta de Planificación. Gobierno de Nicolás Maduro (2014- ).