martes, 12 de enero de 2010

Escasez de parafina apaga el negocio de las velas

"En Venezuela son buenos productores.
Nosotros estamos estimulándolos",
dice Germán Ríos, Director de la CAF.





La demanda de materia prima triplica la capacidad de la única productora del país.
Esto impide la exportación que promueve la CAF.

Juan Pablo Arocha / El Mundo
jarocha@cadena-capriles.com

La falta de materia prima reduce la llama del negocio de las velas. Las casi 60 toneladas métricas de parafina que produce diariamente la estatal Refinería de San Roque -la única industria de este tipo del país- no alcanza para abastecer la demanda de los productores nacionales. "Nuestro consumo puede llegar a triplicar esta cifra", cuenta Alirio Puerta, presidente de la Asociación Venezolana de Fabricantes de Velas (Avefave).

Esta situación ha creado un "déficit en las ventas", porque los productores no logran fabricar suficiente para abastecer toda la demanda nacional. Una crisis que ni siquiera las plegarias logran solventar, pues en la Avefave estiman que casi 99% del consumo de velas en el país se adquieren para uso religioso.

La planta de San Roque pertenece a Pdvsa, lo que le otorga al Estado el monopolio sobre la comercialización de parafina. Entretanto, la importación de esta materia prima está limitada, dado que al existir una producción nacional se requiere un permiso especial del Ministerio de Energía y Petróleo.

En la Avefane protestan que en la planta de San Roque "no nos dotan de todos los requerimientos que cada uno de los productores necesitamos, y tampoco nos dejan importar la cantidad de materia prima que podríamos utilizar en el año". Puertas explica que sólo les permiten traer exclusivamente la cantidad de material que pueden procesar, con lo que les resulta imposible aumentar su línea de venta.

Competencia estatal

El plan alterno que han encontrado los fabricantes de velas es la utilización de un componente vegetal que, mezclado con la parafina, les permite rendir su producción. Este material, que también es importado, "es mucho más fácil de traer porque requiere menor permisología", dice Puerta, aunque también sufren "el problema de los dólares con las limitaciones de Cadivi".


75% de la demanda de parafina e

n el país la cubre Pdvsa,
a través de la planta San Roque.

En el país existen cerca de una centena de productores privados de velas, pero al mercado podría ingresar un fuerte competidor en el corto plazo: una fábrica estatal. Pdvsa anunció a través de un comunicado en septiembre de 2009 que estudian la construcción de una industria en Santa Ana de Anzoátegui, justo en la misma zona donde está asentada la planta de San Roque.

Esta fábrica consumiría parte de la parafina producida en la planta, que en el primer semestre de 2009, por ejemplo, alcanzó los 6 millones 586 kilogramos. Una materia prima que los industriales de las velas también deben compartir con sus pares que elaboran fósforos, ceras para piso y vehículos, cosméticos y otros bienes de consumo.

Exportación en espera

El estancamiento en la producción de velas también afecta la posibilidad de exportación, restándole impulso a un proyecto que desde mayo de 2008 realiza la Corporación Andina de Fomento (CAF) en Venezuela. "Nos están apoyando con asesorías, así como en la creación de un estudio para conocer hacia dónde podríamos comercializar nuestros productos", cuenta Andrea Vasconcelos, representante de una de las 12 fábricas que se benefician del programa.

El costo total del proyecto es de $242.196, de los cuales al menos $59.660 son financiados por la CAF. Germán Ríos, director de programas de competitividad del organismo, explica que trabajan con "pequeños productores que están regados por el país, pero que tienen un enorme potencial".

La CAF firmó este acuerdo con la Avefave, pero también están involucrados el Fondo de Reconversión Industrial y el Banco de Comercio Exterior. Ríos cree que el país tendría un gran potencial en este segmento, dado que la parafina se produce del petróleo: "En Venezuela son muy buenos productores de velas".

La opinión es compartida por Puerta, pues aunque la industria nacional podría abarcar las exportaciones, "no contamos con una refinería moderna". El consuelo que tiene Vasconcelos es que esta preparación que realizan con la CAF "sirva hacia el futuro, esperando que algún día se abra otra refinería o se faciliten los mecanismos de importación de materia prima".

Por lo pronto, la alianza entre Avefave y la CAF ha permitido "unificar criterios y crear una estructura fuerte para el momento en que tengamos la posibilidad de apertura", dice Puerta. Además, esperan que a través de la unión con el organismos internacional se facilite la adquisición de materia prima en el exterior. La exportación, sin embargo, tendrá que esperar.



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