lunes, 8 de febrero de 2010

Andrés López: La Ventana del Humor

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Por ser un estudioso del hombre y de la sociedad, Andrés López mezcla anécdotas, realidad y comedia en cada uno de sus monólogos.

MARÍA ELIZABETH DOMÍNGUEZ.

Andrés López Forero descubrió el stand up comedy en una fiesta cuando tenía siete años. Debutó con un chiste que había escuchado días antes en El Show de Jimmy (un programa musical y humorístico transmitido en ese entonces en Colombia bajo la conducción de Jimmy Salcedo) y, luego de observar las risas de sus amigos, supo que algún día la comedia sería parte de su vida.

Su ópera prima La Pelota de Letras (nombrada así por un juguete de su infancia) comenzó a gestarse mientras cursaba Ingeniería en Sistemas y Antropología en la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia. "Tenía que hacer un ensayo y distinguir a la gente según cada cultura latinoamericana. Hasta ahora no había quién lo hiciera formal y altamente comunicable", confiesa.

El intrépido adaptó la seriedad de un estudio sociológico a la sencillez cotidiana y -desde una óptica irreverente y divertida- identificó a las nuevas generaciones como "X", "Y", "Z", "AA" y "de la guayaba". La receptividad fue tan positiva que lanzó un DVD con sus reflexiones y desde entonces no ha parado.

La función -presentada por primera vez un jueves por la tarde de 1992- alcanza este año su mayoría de edad y promete seguir saltando por el mundo; esta vez con ‘Me pido la Ventana' (esta frase hace referencia a su anhelo infantil de ir al lado del ventanal en el auto, ya que siempre le tocaba en el medio del asiento). El monólogo fue presentado recientemente en Venezuela en su versión ‘Con frutica picada'.

Con este show (en donde aborda anécdotas de paseos familiares y relaciones amorosas) estuvo en ocho ciudades (en Barquisimeto cerró la gira). Aquí el colombiano afirmó que lo primero que haría al irse sería proponer el retorno: "como diría Wilfrido Vargas... ¡volveré!".

Cada vez que puede viene a esta tierra donde la calidez lo hace sentir como en casa. Las tensas relaciones políticas que existen entre Venezuela y Colombia no lo afectan. Revela que entre él y el público sólo se edifican murallas de carcajadas que inconscientemente le dicen a la pelea "deje así".

- En ‘La Pelota de Letras' habla de la sociedad colombiana. Si pudiera hablar de la venezolana ¿qué destacaría?

"Las mismas cosas. La etnografía parte de una observación total... no hay nada complejo en eso. Es ingeniería pura saber qué datos usar. Algunos creen que hacer comedia es pararse a ser chistoso o un freelance (trabajo independiente y momentáneo). Esto va más allá. Es geografía, teatro, ciencia, ingeniería, literatura, lingüística, administración, economía, antropología, astronomía y pare de contar. Todo lo que quepa en la mente sirve".

- Comía Cocosette cuando era pequeño... ¿en su infancia hay más recuerdos relacionados con Venezuela?

"¡Claro! Me impresionaba oír a mis amigos y parientes hablar sobre las maravillas que encontraban en sus viajes a Venezuela como los productos, la música y miles de cosas extraordinarias".

- ¿Qué parecidos tienen los venezolanos y colombianos?

"Somos la misma familia. Todo colombiano tiene ancestros venezolanos y viceversa".

- En cuanto a los desacuerdos... ¿Recuerda alguna frase o anécdota para las reconciliaciones?

"Siempre que dos personas o dos comunidades están en conflicto es porque existe un tercero. En cuanto se descubre quién es el "tercer partido" la paz y armonía se restablecen. Eso lo aprendí del escritor estadounidense L. Ronald Hubbard".

- Si pudiera escribir un discurso titulado "Me pido la paz", ¿Qué situaciones de la cotidianidad abordaría y cuál sería su mensaje principal?

"Todo está en el libro ‘El Arte de la Guerra' de Sun Tzu. Sería genial convertirlo en una obra de teatro. Ahí queda de tarea para los nuevos dramaturgos".

- ¿Qué anécdotas propias destaca en ‘Me pido la Ventana'?

"Las vergüenzas que pasé ante mis amigos, como cuando mamá me llamaba: "¡¡¡Papitooo!!!".

- Durante su infancia ¿Cómo eran sus viajes familiares?

"Con muchas sorpresas. Me gustaba estar donde hubiese piscina, mar o ríos. Esa fue una etapa anfibia mía".

- ¿Cuántas veces le han dicho "¡Perdón!" o "¡Lléveme para mi casa ya!"?

"¡Muchas! Este corazón se ha curtido en batallas de la experimentación".

- ¿Los pasos de baile varían de un país a otro?

"Básicamente son aproximaciones. Los ritmos latinos llaman mucho a la cercanía... al beso que se roba. Uno puede conocer a una extraña invitándola a bailar. Eso es bueno. En cada país la estructura de un "rumbeo" se mantiene. Cambiarán los símbolos y las excusas, pero en el sentido práctico viene siendo lo mismo".

- ¿Toma en broma la seriedad o toma en serio las bromas?

"Todo tiene su momento... como proponerle subliminalmente a una mujer un beso. La prudencia, la moderación y la gracia van de la mano".

A fondo

- Tiene 38 años y está a punto de contraer matrimonio.
- En el colegio le decían ‘Cocoe' o ‘Satán' porque según sus amigos tenía "cara de diablo".
- Practica artes marciales desde niño.
- Su religión es la cienciología.
- Conoció a la venezolana Ruddy Rodríguez caminando por París, Francia, en 1998. Desde entonces son amigos.
- Dicta charlas corporativas sobre el éxito personal y los negocios.

¡Estrenando dividivili!

Somos los Comediantes es su apuesta más reciente en DVD o "dividivili" -como lo llama graciosamente-. Allí comparte con reconocidos personajes del stand up comedy colombiano como Alejandro Mejía, Pasus3 (creadores de la serie de dibujos animados Wachendó) y Gonzalo Valderrama (autor de ‘La Comedia Malparada' presentada repetidas veces en Barquisimeto en el marco del Festival Internacional de la Oralidad, organizado por La Unión de Narradores Orales Escénicos de Venezuela).

"Soldado de la felicidad"

El año pasado, el Ministerio de la Defensa de Colombia nombró a Andrés López ‘Soldado de la felicidad' por el apoyo que brinda a las Fuerzas Armadas de Colombia y la Policía Nacional: "Ellos han dado hasta lo último por protegernos. Su labor ha hecho que el país mejore muchísimo", comenta con seriedad.

Además de contribuir con las labores de seguridad en su nación, el bogotano promueve el sentido común con ayuda de la organización ‘El Camino a la Felicidad'. "El mundo cambiará para bien cuando todos entendamos que con ética, basta; lo demás vendrá por añadidura. La moral es la mejor cualidad que existe cuando se ejecuta una acción o se toma una decisión". Recomienda leer el libro de esa fundación, pues manifiesta que tiene carácter civil y cuenta con preceptos ideales para todo aquel que desee orientar su brújula personal hacia una mejor vida.

[*] CARA A CARA

- ¿Cómo se describe?

"Una unidad de conciencia de ser consciente".

- ¿A quién admira?

"A L. Ron Hubbard, el más grande filósofo de todos los tiempos".

-¿Una frase que le guste?

"Eres el dueño de tu propio entusiasmo, de L. Ronald Hubbard".

- En la vida real... ¿es serio o chistoso?

"Soy como me ven en escena. Como diría el comediante español Agustín Jiménez: ¡en el escenario está mi mejor yo!".

- ¿Cómo se imagina en la vejez?

"Un espíritu joven dentro de un cuerpo altamente biodegradable y continuando con la tarea de hacer de este planeta algo mejor".

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