Damián Prat
¿Cómo pueden escaparse 20 ó 30 presos (o la cifra que al final sea) de una cárcel militarizada, con “tres mil efectivos” (información del gobierno) rodeándola, en medio de un “estado de guerra”? Es el colofón de un bochorno total que ha resultado ese caso desde el primer episodio hasta éste que se supone sea el último, aunque nunca se sabe si aún surgirán más desastres.
Nunca hubo “humanización de las cárceles”. El Rodeo fue el estallido, en el rostro de toda Venezuela, de una historia -otra más- de incapacidad, desidia, corrupción y mentiras. El gobierno, ni siquiera gobernaba dentro de las cárceles. Las bandas delictivas manejaban cientos de millones de bolívares en el comercio interno de alimentos, en el de drogas y en las “vacunas” de protección de otros presos. Allí adentro había un arsenal de armas de guerra que sólo se puede acumular por años de corrupción que no es posible que sea sólo responsabilidad funcionarios de bajo rango.
Detrás de tan sórdida historia se revelan altos funcionarios incapaces que al igual que en todo el gobierno “rojo rojito” escogen a los otros funcionarios por el clientelismo político partidista del PSUV y no por la capacidad para el cargo.
Las masacres entre bandas o las que ocurrían eventualmente entre autoridades y presos son responsabilidad del gobierno inepto, pero ningún alto jerarca renuncia. Tampoco el comandante los destituye. No pasa nada. Nadie responde por los 4 GN asesinados ni por los presos muertos en el “asalto” de hace un mes. Ni por los 4 mil que han muerto dentro de las cárceles en estos 12 años. Ni por este bochorno de la fuga.
Y ahora, para colmo, pasan un mes sin poder controlar la cárcel y cuando por fin los llamados “pranes” deciden entregarse, negociación mediante, uno de ellos con sus “luceros” se fuga impunemente, probablemente con una carga de dinero enorme y armas. Leo en Últimas Noticias que ese “pran” escribe en su cuenta de Facebook que está “resguardado en sitio seguro donde puede aguantar mucho tiempo con comida, agua y luz”. El Rodeo nos recuerda que esta falsa “revolución” envejeció del todo. Es una caricatura. Un bochorno.
CORREO DEL CARONÍ
¿Cómo pueden escaparse 20 ó 30 presos (o la cifra que al final sea) de una cárcel militarizada, con “tres mil efectivos” (información del gobierno) rodeándola, en medio de un “estado de guerra”? Es el colofón de un bochorno total que ha resultado ese caso desde el primer episodio hasta éste que se supone sea el último, aunque nunca se sabe si aún surgirán más desastres.
Nunca hubo “humanización de las cárceles”. El Rodeo fue el estallido, en el rostro de toda Venezuela, de una historia -otra más- de incapacidad, desidia, corrupción y mentiras. El gobierno, ni siquiera gobernaba dentro de las cárceles. Las bandas delictivas manejaban cientos de millones de bolívares en el comercio interno de alimentos, en el de drogas y en las “vacunas” de protección de otros presos. Allí adentro había un arsenal de armas de guerra que sólo se puede acumular por años de corrupción que no es posible que sea sólo responsabilidad funcionarios de bajo rango.
Detrás de tan sórdida historia se revelan altos funcionarios incapaces que al igual que en todo el gobierno “rojo rojito” escogen a los otros funcionarios por el clientelismo político partidista del PSUV y no por la capacidad para el cargo.
Las masacres entre bandas o las que ocurrían eventualmente entre autoridades y presos son responsabilidad del gobierno inepto, pero ningún alto jerarca renuncia. Tampoco el comandante los destituye. No pasa nada. Nadie responde por los 4 GN asesinados ni por los presos muertos en el “asalto” de hace un mes. Ni por los 4 mil que han muerto dentro de las cárceles en estos 12 años. Ni por este bochorno de la fuga.Y ahora, para colmo, pasan un mes sin poder controlar la cárcel y cuando por fin los llamados “pranes” deciden entregarse, negociación mediante, uno de ellos con sus “luceros” se fuga impunemente, probablemente con una carga de dinero enorme y armas. Leo en Últimas Noticias que ese “pran” escribe en su cuenta de Facebook que está “resguardado en sitio seguro donde puede aguantar mucho tiempo con comida, agua y luz”. El Rodeo nos recuerda que esta falsa “revolución” envejeció del todo. Es una caricatura. Un bochorno.
CORREO DEL CARONÍ
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