Han pasado ya quince años de aquel accidente mortal en el Puente del Alma, en París. En la madrugada del 31 de agosto de 1997, la princesa Diana de Gales murió, junto a su amante Doddi al Fayed, a consecuencia de una colisión del coche con el que huían de los paparazzis en el interior de un túnel. El fallecimiento de Lady Di causó un gran impacto social.
Sobre este hecho y otros más relacionados con su vida tratará la película Diana, que se estrenará el próximo año. Los primeros fotogramas que han trascendido a la opinión pública dejan a las claras las intenciones de los responsables de la cinta por ser lo más fieles posibles a este querido personaje y a sus circunstancias. No hay más que echar un vistazo a la caracterización de la actriz que dará vida a la princesa: la australiana Naomi Watts.
Esta película biográfica ha sido dirigida por el alemán Oliver Hirschbiegel (autor de El hundimiento) y se ha rodado, principalmente, en el Reino Unido. Está basada en la obra teatral de Stephen Jeffreys The Libertine, y se centra en los dos últimos años de vida de Diana Spencer. Se cree que profundizará en la relación de la princesa con el cirujano cardiovascular Hasnat Khan, que comenzó en 1995 y que terminó pocos meses antes de su muerte.
El largometraje tratará además la relación de la "princesa del pueblo" con el mencionado Al Fayed. Según la productora, el filme muestra cómo la "verdadera felicidad personal" de la princesa le ayudó a "alcanzar éxitos" como "una importante activista internacional". El actor inglés Naveen Andrews, famoso por su papel como el ex militar iraquí Sayid Jarrah en la serie Lost, encarnará a Khan y compartirá cartel con los también actores británicos Douglas Hodge y Juliet Stevenson.
La película, que en un principio iba a titularse Caught in Flight, se presentó en febrero en el European Film Market (EFM), la feria comercial que se celebra en el marco de la Berlinale. Watts, que acaba de rodar Lo imposible junto a Ewan McGregor, bajo la dirección del español Juan Antonio Bayona, considera un "honor" encarnar a este "personaje icónico", una mujer "verdaderamente notable, que tuvo un impacto positivo y profundo en muchos aspectos". Este papel supone un "reto" para ella.
Por su parte, el director Hirschbiegel indicó que el "arsenal interpretativo" de Watts, nacida en el Reino Unido y que comenzó su carrera en la televisión australiana antes de convertirse en estrella de Hollywood, le permite abarcar "el calor, la humanidad y la empatía de un icono mundial como la princesa Diana".
Recuerdo a una vida truncada prematuramente
Diana de Gales, con sólo 36 años, dejó atrás una vida difícil, pero repleta del cariño de todos sus seguidores por las grandes acciones que realizó a lo largo de sus días como princesa y tras dejar de serlo. Si algo destacaba en ella era sin duda alguna su saber estar. Con su muerte Inglaterra también perdió a un gran icono de la moda. Actualmente en el Palacio de Kensington, donde residió, se puede asistir a una exposición con sus vestidos más recordados.
Pero la máxima preocupación de Diana eran sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, a los que dejó con tan solo 15 y 13 años. Su matrimonio con Carlos de Inglaterra fue para ella un calvario al que tuvo que hacer frente en numerosas ocasiones, pero eso no impidió que, ni siquiera en el momento de separarse, el pueblo le siguiera mostrando su aprecio. Y aunque Carlos ya ha rehecho su vida con Camila Parker Bowles, esto no ha sido un impedimento para que Lady Di siga en la memoria de todos los británicos.
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