Esta cinta, ganadora del premio a Mejor Música y de la Mención Especial del Jurado en el Festival de cine de Mérida, se estrenará en las salas del país a partir del viernes 27 de enero.
En el filme narra, a través de un periodista llamado Carlos, que hay detrás de la población de Cabimas, del inmeso chorro de petróleo que sorprendió a los habitantes el 14 de diciembre de 1922 y de la tradición de San Benito llevada con devoción por los locales.
"No sabemos lo que sucedió profundamente en el país. De un día para el otro Venezuela pasó de un país rural que venía de las guerras a un país petrolero", expresó el director del documental en reciente conversación con periodistas.
Penzo (IMDb) confesó que fue a rodar el documental con muchas dudas y entre ellas en donde se encuentra el espíritu y la identidad de un pueblo que se entregó al impulso petrolero.
En reciente entrevista con el especialista Ángel Ricardo Gómez, para El Universal, el cineasta comentó que "la cultura petrolera es un gran enigma para nosotros. Creo que no nos hemos confrontado con el hecho de ser un país petrolero, lo que eso significa profundamente en nuestra vida: vamos más allá de ser un país rentista, es una forma de enfrentar la vida, el mundo; eso crea unos límites, pero también da unas oportunidades; cómo vemos las cosas; nuestros gustos, deseos, sueños..."
"Eso produce muchas preguntas", apunta el cineasta, quien vierte en la película muchas de esas interrogantes.
Sinopsis
Carlos intenta realizar un documental sobre los hechos acaecidos el 14 de diciembre de 1922, en Cabimas, un pequeño caserío de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en el occidente venezolano.
Ese día estalló el pozo Barroso 2 inundando durante nueve días el caserío de La Rosa con cerca de cien mil barriles diarios de petróleo, lo que cambió para siempre la historia de Venezuela.
Al monólogo reflexivo del periodista (el actor Carlos Carrero), se integran las diferentes versiones de los pobladores, el culto a San Benito y su leyenda en la memoria de los hechos, así como también la presencia del equipo de filmación, un camarógrafo y su asistente (Raúl Medina y Diego Penzo), quienes vivirán situaciones inesperadas en la (muy) calurosa ciudad.
"Este personaje, un hombre neurótico, con rollos personales, se plantea preguntas y los otros dos personajes cometen repetidos tics venezolanos, el de Diego se enamora de una muchacha (Nathassia Jiménez) y la embaraza, y el otro asistente pierde todo el dinero en una jugada del azar".
Jacobo Penzo usa las tramas ficcionadas, pero también imágenes de archivo, reconstrucción de hechos como aquel reventón de 1922 y testimonios de expertos como Miguel Ángel Campos, un investigador que desarma la leyenda negra del petróleo.
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El primero de 18 filmes
Le seguirán, con fechas tentativas, según Cameo Marketing Audiovisual, Alias Bambi C4, de Eduardo Barberena (10/2); Brecha de silencio, de Luis Alejandro y Andrés Eduardo Rodríguez (9/3); El manzano azul de Olegario Barrera (23/3); La pura mentira de Carlos Malavé (24/04); La Ley de Pablo de la Barra (20/4); Corpus Christi de César Bolívar (26/6) y Azú de Luis Alberto Lamata (27/7).
Otros proyectos sin fecha de estreno aún son Er relajo der loro de John Petrizzelli, Ley de fuga de Ignacio Márquez, Paquete N° 3 de Alfredo Hueck, Wayuu la niña de Maracaibo de Miguel Curiel, Solo de José Ramón Novoa, Secretos de confesión de Henry Rivero, Piedra papel o tijera de Hernán Jabes, El regreso de Patricia Ortega, Nena salúdame al Diego de Andrea Herrera y Azul rosa y no tan rosa de Miguel Ferrari.
El Cnac aprobó para este 2012 60 largometrajes de un total de 400 propuestas para su concreción a partir de este año. Además, dio luz verde a la realización 18 cortometrajes (10 de ficción, cuatro de animación y cuatro documentales), junto a cinco mediometrajes documentales, según reseña de AVN.
Asegura la agencia que en cuanto a las transferencias a 35mm, fueron cinco los proyectos escogidos: los cortometrajes Música del cielo de Albi de Abreu y Bangladesh de Héctor Orbegoso; los mediometrajes Sin ti, contigo de Tuki Jencquel y El país de abril de Rober Calzadilla, así como el largometraje Palenquera de Alexandra Henao.
En 1922 el “reventón” del pozo petrolero Los Barrosos número 2 convirtió al Zulia en protagonista mundial y cambió para siempre el rumbo de Venezuela. En ese momento, los países más interesados en invertir en nuestro país eran Inglaterra, Estados Unidos de América y Holanda. Más de cincuenta compañías petroleras irrumpieron en una pequeña Maracaibo de aproximadamente 40.000 pobladores que, según una descripción de la época “combinaba el comercio con la pesca y la cría de cabras”.
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