Se estrena la nueva película de Fina Torres Habana Eva

Vive en La Habana, se llama Eva y su vida transcurre en una fábrica estatal de ropa donde trabaja como costurera, y donde también se la pasa soñando con ser diseñadora de modas y llegar a tener un cuarto propio para poder casarse con su novio de toda la vida, Ángel. De repente, su día a día cambia cuando conoce a Jorge, un adinerado emigrante que está de visita en Cuba y comienza a moverle el piso de varias maneras.

Esa es la historia de Habana Eva, la nueva película de la reconocida directora venezolana Fina Torres, a estrenarse este último viernes de julio en aproximadamente 30 salas de cine de todo el país.



Sobre cómo surgió el proyecto de esta película, la cineasta recordó que desde que conoció Cuba en 1985, siempre quiso filmar allí, pero los tres proyectos que había tenido para cumplir ese sueño se le fueron cayendo. Fue hace cinco años que la contactaron unos productores franceses para ofrecerle dirigir una película en la isla.

Aceptó entrar en el proyecto con la condición de modificar el guión original, lo cual hizo en poco más de un año junto al cubano Julio Carrillo. Posteriormente pidió a los productores franceses los derechos de la obra, porque habían perdido el financiamiento y luego de fracasar con el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac), consiguió apoyo en la Villa del Cine, quienes son los productores de la película.

Como ya es costumbre en su cinematografía desde Oriana (1985), ganadora del premio Cámera d"Or en el Festival de Cannes, seguida por Mecánicas Celestes (1993) y Las Mujeres Arriba (2000); esta nueva producción de Fina Torres también se centra en las circunstancias de un personaje femenino.

“Siempre me ha gustado mucho y de alguna manera se repite en mis películas, aunque no sean mis guiones, la historia de una mujer joven que es sumisa, pasiva, que acepta las condiciones que la rodean y que de pronto por una situación, un detonante, esa mujer se transforma, toma las riendas de su vida y ya no depende de nadie; de un hombre, de una situación social o lo que sea”, explica la realizadora.

Protagonizada por la actriz venezolana Prakriti Maduro (Eva), junto al actor cubano Carlos Enrique Almirante (Ángel) y el venezolano Juan Carlos García (Jorge), en Habana Eva la reivindicación de las mujeres como seres que participan en la transformación de la sociedad, juega también un rol principal.

Del mismo modo, cuenta Torres, la ciudad de La Habana es un personaje más, y hasta polémica ha levantado sin que haya salido aún la película.

“Ya ha recibido fuertes críticas sólo porque fue filmada en La Habana, incluso reacciones violentas. No soy agente político de ningún bando, soy una artista de cine. Quiero que la gente vea mi visión y luego critiquen, porque creo que es un tema que nos toca a todos y aboga por la tolerancia a todo nivel”, aclara.

Prakriti Maduro es Eva

La película, habla además de la juventud cubana, resalta la directora, “de esa fuerza arrolladora que tienen, esa originalidad, creatividad, esa capacidad de regenerarse, reconstituirse, recrearse, que me pareció absolutamente fascinante y muy interesante de contar”.

Por eso, la banda sonora de Habana Eva no suena a lo típico que se escucha de Cuba, sino a lo que están haciendo actualmente los jóvenes músicos de la isla.

“Hay una juventud ahora en Cuba que tiene una fuerza increíble con su propia música, su forma de vestirse, de pensar... Y no es una juventud de élite, sino popular, muy interesante, que hace una música extraordinaria, influenciada por el rap, el hip hop; no es reguetón, es cubatón. Toda la música de la película está basada en esa nueva onda de música joven cubana”, destacó.

Así, entre más de 15 canciones, se oyen temas de artistas como Descemer Bueno, Edik, Sello Cubano, Kelvis o Carlos Varela, entre otros.

En cuanto al retraso que sufrió la película, uno de los primeros estrenos que había anunciado la Villa del Cine al ser fundada, la realizadora explicó que se debió a un problema técnico de una de las cámaras.

En su primera experiencia con el formato digital, Torres dice que fue interesante aprender a trabajar en un soporte nuevo, pero la parte negativa es que al no conocerlo bien, surgen problemas como el que retrasó la finalización de la película.

“La cámara Sony 900 tiene un defecto que no conocíamos ni yo ni el equipo, y es que bajo condiciones climáticas extremas, como la que trabajamos en Cuba, época de lluvias con más de 30 grados y una humedad de 100%, esas cámaras tienden a que el back focus se desajuste permanentemente. No se ve por el visor y como se trabaja con monitores muy pequeños, como es apenas un fuera de foco muy ligero, al ampliarlo es que se ven los detalles”.

Habana Eva ya fue pre-estrenada en Los Angeles (Estados Unidos), ciudad donde vive Torres, y después de Venezuela, se hará un pre-estreno en Cuba y un estreno oficial durante el Festival de La Habana en diciembre de este año.

Además, la película ya fue aceptada para participar en el Festival Latino de Nueva York y el Festival Latino de Los Angeles.

Sofía Athanassopoulos



La calidad de Fina

Habana Eva responde a la calidad cinematográfica que ha caracterizado todas las películas de Fina Torres, Oriana (1985) su ópera prima con la que ganara la Cámara de oro del festival de Cannes; se alejó de los arquetipos del cine latinoamericano y especialmente del cine venezolano del momento, en el cual se abordaba con insistencia el tratamiento de lo exterior, el marginalismo y la miseria a todos los niveles. A través de los recuerdos, de la recreación de atmósferas nostálgicas y la introspección, tres elementos raros en el cine venezolano, Oriana pretende explorar en la memoria afectiva de varias generaciones de mujeres, en la infancia, en la represión del machismo autoritario.

Sobre el filme, asegura el crítico Rodolfo Izaguirre en el Diccionario de Realizadores Latinoamericanos, “Oriana es una atmósfera, un clima; una densidad poética. Este intento por recobrar la memoria, de hundirse en el alma de las sucesivas Orianas a lo largo de un tiempo irrecuperable, resultó desusado en la cinematografía venezolana. En definitiva, su autora rompió los esquemas y hay quien se atreve a asegurar que el cine venezolano se dividió en antes y después de Oriana, además de ganar también importantes premios como los de Mannheim, Portugal y Cartagena de Indias.

Casi diez años tardó la muy reconocida directora en llevar a la pantalla su segundo largo de ficción, Mecániques celestes (1994), una comedia de enredos sobre el mito de La Cenicienta, llevado al medio efervescente de los latinoamericanos radicados en París. Protagonizada por la española Ariadna Gil y la francesa Arielle Dombasle, el filme tuvo una notable distribución internacional, algo excepcional para una realización de alguien nacido en Venezuela, a lo que contribuyó no poco el nombre de las actrices, la producción con Francia y Bélgica y la fotografía notable del maestro argentino Ricardo Aronovich.

Otros seis años transcurrieron para que Fina Torres volviera a realizar un largo de ficción, esta vez coproducido por Brasil y Estados Unidos y hablado en inglés. Woman on Top (2000) es resultado de la combinación del talento de tres mujeres: la actriz española Penélope Cruz, la guionista brasileña Vera Blasi y, por supuesto, la venezolana Fina Torres. Se trata, otra vez, de la historia de una mujer: Isabella, quien posee extraordinarias dotes para complacer el paladar y despertar el erotismo de los hombres. “Un divertimento de corte fantástico —aseguró la revista norteamericana Variety— de movido ritmo, mensaje optimista, locaciones exóticas, excitantes protagonistas y especiosas demostraciones culinarias... Fina Torres crea, y sostiene, una atmósfera de aventura mágica y sumamente imaginativa”. Woman on Top cuenta con profesionales de plana estelar como el director de fotografía Thierry Arbogast y el músico Luis Bacalov, que garantizan ese altísimo nivel que estos dos rubros han tenido siempre en el cine de Fina Torres. (Analítica)

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